Ballet Coppelia
El Ballet de Coppélia es un encantador ballet cómico en tres actos, con coreografía original de Arthur Saint-Léon y música de Léo Delibes. Basado en el relato macabro de E. T. A. Hoffmann, "Der Sandmann" (El hombre de arena). El ballet debutó en la Ópera de París en 1870, Coppélia es una obra que ha perdurado en el tiempo, destacando por sus danzas y representación de varias etnias (húngaros, polacos, ucranianos y gitanos), atmósfera festiva y representación de autómatas mecánicos del siglo XVIII.
Resumen
Coreografía: Arthur Saint-Léon
Música: Léo Delibes
Libreto: Saint-Léon y Charles Nuitter
Inspiración: Der Sandmann de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann
La historia gira en torno al misterioso inventor, el Doctor Coppélius, quién elabora muñecas de tamaño humano. Swanilda y sus amigas entran un día a la casa de Coppelius, sin permiso, quienes descubren éstas muñecas. Swanilda se hace pasar por la muñeca Coppelia haciendo creer al artesano que su muñeca había cobrado vida y a la vez enamorando al joven Franz.
Argumento
Acto 1
La acción transcurre en una aldea donde viven la traviesa Swanilda, su novio Franz y el juguetero Coppelius. Este último habita en una misteriosa casa donde guarda sus creaciones, desconocidas para el resto: hermosas muñecas de tamaño humano.
Una de estas muñecas, se encuentra sentada en un balcón, leyendo tranquilamente un libro. Un día Swanhilda se fija en la chica e intenta llamar su atención, pero no recibe respuesta. También compite por la atención de Coppélia Franz, el prometido de Swanhilda. A Swanhilda le molesta su comportamiento y está convencida de que su novio está más interesado en la chica del balcón que en ella.
Ese mismo día, varios chicos abuchean al doctor Coppélius delante de su casa y a éste se le caen las llaves en medio del caos. Swanhilda las encuentra más tarde y con un grupo de amigas deciden entrar en casa del doctor para averiguar de una vez por todas por qué la chica del balcón no levanta la vista de su libro.
Acto 2
Sin resistir la curiosidad, Swanilda y sus amigas entran un día a la casa de Coppelius dispuestas a averiguar qué oculta allí el juguetero. Swanhilda sale al balcón y se echa a reír al ver que el objeto de los ojos de Franz es también una muñeca. Las niñas, traviesas, dan cuerda a todas las muñecas. Pero su juego se interrumpe cuando regresa el Dr. Coppélius. Las echa, pero una se queda: Swanhilda. Swanilda decide suplantar a Coppelia, la muñeca favorita del artesano.
Mientras tanto, la propia curiosidad de Franz le anima también a subir una escalera para entrar en casa del Dr. Coppélius. Como el juguetero necesita un alma humana que transferir a su "hija" para darle vida, invita a Franz a quedarse. Lo droga hasta dormirlo y luego se dispone a hacer su magia. Swanhilda lo ve todo Aprovecha la ocasión pertinente para despertar a Franz y ambos consiguen reconciliarse y escapar.
Acto 3
Ante el asombro de sus ojos, el doctor Coppelius ve maravillado como su creación preferida toma vida hasta convertirse en un ser humano. Swanilda, después de divertirse un rato, le confiesa la verdad, y el juguetero casi no soporta la desilusión. Finalmente y rescatada por su novio, Swanilda huye de la casa de Coppelius. Posteriormente y durante las bodas de ambos, Coppelius los perdona y el pueblo queda feliz con el nuevo matrimonio.
